El castillo de Estopiñán, junto con otros como los de Pilzán, Purroy y Caserras, fueron reconquistados por el conde catalán Ramón Berenguer I entre 1058 y 1059. La casa condal de Barcelona tuvo un interés especial por la posesión de estos castillos en el sur de Ribagorza, que cortaban el desarrollo del reino aragonés por estas zonas, siendo además utilizados como base de operaciones para atacar constantemente la posición de Calasanz
Durante el reinado de Alfonso I, estas tierras siguieron perteneciendo al conde de Barcelona, pues, en 1130, Ramón Berenguer III las dejaba a su hijo. En 1292, Jaime II dio seis castillos y varias villas ribagorzanas a Felipe Saluces, uniéndolas por tanto a la baronía de Castro; pero a partir de que este mismo rey restaurará el Condado de Ribagorza para su hijo Pedro. Estopiñán y Viacamp se reintegraron al condado. Más adelante fue empeñada a Rodrigo García de Villalpando por Juan II.
Fuente: Gran Enciclopedia Aragonesa