Los restos de este castillo se componen de algunos muros de sillares en la loma que domina a la población y sobre todo de una torre convertida en campanario de la iglesia de Santa María, en mal estado de conservación, como el resto del pueblo. Se trata de una torre de planta cuadrada, construida con sillares y con la puerta que mira hacia el castillo. En sus muros se abrieron grandes vanos para alojar las campanas.