Excelente mirador que, dada su posición en lo alto de la Sierra de San Quilez (1.084 metros), provoca la posibilidad de tener asombrosas vistas del Pirineo, la sierra de Carrodilla, el Montsec y las comarcas de la Litera y el Cinca Medio.
La ermita es un refugio y un punto de observación de la naturaleza. Una importante romería finaliza en sus instalaciones cada uno de mayo, en el que confluyen en esta cima vecinos de las poblaciones que circundan este puesto. En el interior se observa una ilustración que narra la trágica historia de Santa Julita y San Quilez, madre e hijo que murieron trágicamente por no renegar de su fe.